Cuando Amy nació no tenía mucho pelo; en cambio, papá tenía un montón. Luego, Amy y papá tenían la misma cantidad de pelo. Amy creció un poco más, y ya tenía más pelo que papá. Y es que el pelo de papá había empezado a desaparecer. Amy intentó ayudarlo a encontrar su melena, pero se había ido… Y en cambio, la de la pequeña no paraba de crecer. Crecía tanto tanto tanto, que papá tuvo que inventar algunos peinados de otro mundo para que pudiese caminar por la calle sin arrastrar la melena.
Tamaño: 26*26 cm